El Cuarteto del Diálogo Nacional Tunecino, una asociación civil por el diálogo, ha sido ganador del Premio Nobel de la Paz 2015. En el camino, entre los aspirantes más mencionados, quedaron Ángela Merkel y el papa Francisco, entre otros más.
El jurado del Premio Nobel voto por otorgar el premio de este año a la sociedad civil de Túnez, el único país protagonista de las revueltas árabes que ha sido capaz de llevar su transición democrática a buen puerto.
El llamado Cuarteto Tunecino, está formado por las cuatro organizaciones de la sociedad civil que patrocinaron una salida dialogada a la aguda crisis política que vivía Túnez en 2013 y que amenazaba con dar al traste con el proceso de transición iniciada tras la primavera árabe en 2011.
El Cuarteto lo componen el sindicato UGTT (Unión General de los Trabajadores Tunecinos), UTICA, la patronal del país, la Liga de Tunecina Derechos Humanos y la Orden de Abogados.
Su elección ha sido toda una sorpresa, pues los tunecinos no figuraban entre los favoritos.
“La sociedad civil simplemente cumplió el papel que le tocaba”, declaró Houcine Abassi, presidente de la UGTT, en noviembre del año pasado en la sede de la organización. Este veterano y humilde sindicalista lidera la organización que llevó la voz cantante dentro del Cuarteto gracias a su legitimidad histórica.
El premio otorgado a los tunecinos sorprendió al mundo ya que entre los favoritos destacaban la canciller alemana Angela Merkel en representación de los mediadores en la reciente crisis de los migrantes; el papa Francisco por su mediación en el deshielo de relaciones entre Cuba y EE UU, la defensa del medioambiente y la oposición a las armas nucleares; el religioso eritreo Mussie Zerai; militantes de la lucha contra las armas nucleares como la asociación ICAN; dos supervivientes de la bomba de Hiroshima y Nagasaki; y el ginecólogo congolés Denis Mukwege, ya vencedor el año pasado del premio Sájarov del Parlamento Europeo por su lucha contra las violaciones.