Son muchos los factores que preocupan a los mexicanos. El mismo Banco de México en la Encuesta de Expectativas indica que la debilidad de los mercados externos y de la economía mundial, así como la inestabilidad financiera, la ausencia de cambios estructurales en México, la inseguridad pública y la incertidumbre cambiaria son los principales factores que podrían limitar a la actividad productiva.
Los pronósticos de la encuesta para los próximos seis meses obligan a reflexionar ante las posibles medidas de cambio estructural que se requieren para alcanzar mayores de niveles de inversión.
Las reformas del sector energético, laboral, fiscal, así como una mejora del marco regulatorio, y una mayor desregulación son las parte de los pendientes que deja el gobierno saliente al que llegue.
Aunado a ello los expertos económicos señalaron que es necesario facilitar la competencia, mejorar la seguridad pública y fortalecer el estado de derecho.
Para el cierre de 2011, los analistas estiman un crecimiento del PIB de 3.90 por ciento desde 3.87 por ciento estimado en la encuesta previa; para 2012 se calcula un crecimiento del PIB de 3.23 por ciento contra 3.25 por ciento previsto hace un mes.
En cuanto al tipo de cambio, consideran que la cotización del peso frente al dólar finalizará el 2012 en 13.15, contra el estimado previo de 13.06.
La inflación esperada para el cierre de 2011 se ubicaría en 3.53 por ciento arriba del 3.36 por ciento estimado en la encuesta previa, ello asociado a que la inflación de las quincenas más recientes han resultado por arriba de lo esperado.
Mientras tanto para 2012 se estima en un nivel de 3.69 por ciento, prácticamente igual que 3.68 por ciento de la previsión anterior.
Fuente: Milenio
