La filtración de 11 millones de documentos, que involucra a políticos, empresarios y celebridades, ya está teniendo consecuencias.
Tal es el caso en Islandia, donde el Primer Ministro, Sigmundur Gunnlaugsson, fue presionado por la población para renunciar a su cargo, después de que saliera a la luz que tenía una compañía offshore llamada Wintris, la cual llevaba con su esposa.
Gunnlaugsson fue acusado de gastar millones de dólares en esconder inversiones en los bancos de su país, lo que enfureció a la población de Islandia, que se ha manifestado de manera masiva.
El Primer Ministro pidió la disolución del parlamento al Presidente Olafur Ragnar Grimsson, quien lo negó porque quería hablar primero con los partidos políticos.
“No creo que sea normal que por sí mismo… el Primer Ministro tenga la autoridad de disolver el parlamento sin que la mayoría esté satisfecha con esa decisión”, dijo el presidente.
Actualizació: vía bbc