Programas de cooperación como la Iniciativa Mérida “deberá mejorarse”: Murillo Karam

El procurador General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, aseguró que programas de cooperación como la Iniciativa Mérida “deberá mejorarse” para que atienda “el respeto a la dignidad y soberanía de cada nación”.

Tras su encuentro con el Procurador de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, dijo: “El ambiente de luna de miel no lo conseguí ni cuando me casé”, dijo un divertido Murillo Karam cuando se le preguntó si, acaso, tras su encuentro con su contraparte estadounidense en Washington, el gobierno de México había retornado a Luna de Miel que se vivió con Felipe Calderón.

Particularmente, tras el enojo que causó en Estados Unidos la liberación de Rafael Caro Quintero, acusado de asesinar al agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, o el súbito cambio de reglas para cooperar al amparo de la Iniciativa Mérida.

“¿Tiene que haber piquetes (de ojos) a la fuerza?”, se preguntó para enseguida responder. “Yo creo que vamos a seguir platicando. Hay intereses comunes. Las esferas de interés se cruzan claramente. Nos afectan a ambos países muchas cosas. Y platicarlas nos ayuda mucho hasta para entender si hay una diferencia o hay muchos acercamientos”.

A manera de ejemplo, de las diferencias que deberán solventarse, mencionó la revisión de la Iniciativa Mérida, a la que consideró como una “muy útil herramienta” para hacer frente a un problema que no tiene fronteras; o el cambio de estrategia en la lucha antinarcóticos y la violencia.

En otra parte de su intervención, con medios de comunicación, Murillo Karam insistió que en el caso de Caro Quintero, que ha provocado el malestar en Estados Unidos, México seguirá trabajando para detenerlo y extraditarlo y mencionó el intenso y fluído intercambio de información que se ha generado entre él y su contraparte estadounidense:

“Yo tengo que decir que el Fiscal (Eric Holder) me mandó una carta al tercer dia agradeciéndome la rapidez con la que actuamos para obtener la órden de extradición. Y yo le agradecí la rapidez con la que me envió la solicitud. Porque en tres días teníamos ya una orden de detención.

“Desgraciadamente en este momento no sabemos donde está”, reconoció.

Fuente: El Universal