El Senado encontró una fórmula para poner fin al uso discrecional de los cerca de mil 500 millones de pesos que reciben sus legisladores, vía los grupos parlamentarios, con la utilización de una tarjeta de débito que permitirá conocer todo el dinero que recibe cada uno de ellos y las veces que lo utilizan, ya sea para retirarlo en efectivo o para hacer pagos electrónicos.
Sin embargo, la medida ya causó polémica entre algunos legisladores, quienes consideran que este mecanismo no les permite la atención a los grupos sociales que se acercan a ellos por ayuda, pues no hay forma de justificar la entrega de ese dinero en efectivo.
Desde la semana pasada, la Junta de Coordinación Política del Senado recibió la propuesta, producto del análisis obligado a raíz de la reforma constitucional en materia de transparencia y rendición de cuentas, pero son los coordinadores administrativos de cada grupo parlamentario quienes valoran la forma de aplicarlo.
De acuerdo con la información a la que Excélsior tuvo acceso, la explicación proporcionada a los integrantes de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) establece que la aplicación de estas disposiciones, que giran en torno a la tarjeta de débito, significa una verdadera innovación; es decir, los senadores serán los primeros integrantes de un cuerpo legislativo en controlar el gasto con este tipo de medidas.
El mecanismo que se analiza ahora, para que sea la tarjeta de débito la que permita el control de los gastos, establece que los senadores deberán justificar sus gastos a su coordinador parlamentario, pero cada uno de los 128 senadores será responsable directo del dinero que se le deposita en la tarjeta y de su justificación plena.
Fuente: Percepción