¿Qué es el Hanuka?

Israel y todo el mundo inician hoy la celebración de la fiesta de las luminarias, Hanuka, en la que conmemoran con el progresivo encendido de las velas de un candelabro la victoria de los macabeos sobre los griegos hace 2 mil 200 años.

Poco después de la puesta del sol da comienzo la festividad, que concluye ocho días después, y que en esta ocasión coincidirá con la Navidad católica, lo que supone para los operadores turísticos un pleno hotelero y un ambiente doblemente festivo en las calles de Jerusalén.

En las vías más concurridas de la urbe, así como en el resto de poblaciones israelíes, se han instalado grandes candelabros de ocho brazos, denominados en singular “janukiá“, cuyas velas o bombillas se irán encendiendo a razón de una por noche hasta completar todas las jornadas de la fiesta.

Es costumbre que los judíos coloquen lámparas de aceite o velas de menor tamaño en las ventanas de las casas y escaparates de las tiendas para que puedan ser observadas desde el exterior.

Estos días se recuerda la gesta militar encabezada por el líder del levantamiento, Judas Macabeo, en la que la luz y el aceite han quedado como símbolos de una historia recogida en el Talmud como “milagro de Hanuka”.

Según la leyenda, tras el triunfo de la revuelta, los sacerdotes judíos llegaron a Jerusalén para purificar el templo y borrar todo signo de profanación helenística.

Al encender el candelabro del templo, se dieron cuenta de que sólo quedaba una pequeña jarra de aceite suficiente para un día, pero de manera milagrosa duró ocho jornadas consecutivas.

En el moderno Estado judío se le ha querido dar a la celebración un significado más amplio: El restablecimiento de la libertad de culto para el pueblo judío en períodos duros de la historia.

“La festividad conmemora la victoria de unos pocos (los macabeos), contra muchos (los griegos)”, apunta Saguit Shalev, una israelí residente en Jerusalén mientras degusta uno de los postres típicos de la festividad, la “sufganiá”.

Parecido a un dónut sin agujero, cubierto de azúcar glaseado y generalmente relleno de mermelada, este dulce también guarda relación con la fiesta.

“La sufganiá está frita en mucho aceite. Todo para recordar esa pequeña jarra que encontraron en el templo”, refiere Shalev.

En las comunidades israelitas en el exterior se degustan igualmente buñuelos y otros pasteles fritos, a fin de recordar el milagro establecido por la tradición judía.

Otro símbolo de la fiesta es el “sevivón”, una peonza o trompo de cuatro caras que se suele regalar a los más pequeños y en el que aparece el acrónimo de la leyenda hebrea “un milagro ha ocurrido aquí” (o “allá”, en las comunidades judías en el extranjero).

Las tradiciones de la “Hanuka” son seguidas masivamente en Israel tanto por sectores religiosos como por seculares.

Fuente: Milenio