¿Qué es la inteligencia sexual?

La inteligencia sexual es un concepto generado en el 2002 por psicólogos americanos. Se aprende, se desarrolla y busca apuntar que las habilidades que llevan a una mejor vida sexual.
Las parejas que desarrollan su inteligencia sexual disfrutan más y mejor del sexo, de la sexualidad y del orgasmo. No se trata solo de que uno llegue al clímax, se trata de establecer una conexión con la pareja de modo tal que ambos disfruten.
Mediante la inteligencia sexual se pueden transmitir conocimientos y visión de la sexualidad, de lo que se quiere y de lo que no se quiere tener.
Una persona puede desarrollar esta inteligencia por medio del la lectura de libros, revistas y artículos especializados.
Quien es inteligente emocionalmente trabaja constantemente para superarse, quien persigue la inteligencia sexual tiene claro que el mundo íntimo es infinito y que junto a su pareja hay aún muchas opciones por probar.
Experimentar nuevas posiciones, lugares, acciones, producen el patrón de gustos y genera mayor interés en el sexo de parte de ambos miembros de la pareja.
Una persona con inteligencia sexual disfruta del sexo. Aprende a hablar con su pareja, no hay tema incómodo. Busca justamente la comunicación libre.
A medida que se desarrolle la inteligencia sexual ambos van a disfrutar de sus cuerpos.
Bajo índice de IS en los mexicanos
Según el estudio “Sexualidad e inteligencia erótica de los mexicanos” realizado por la Asociación Mexicana de Agencias de Mercado e Investigación (AMAI), que logró reunir 35 empresas encuestadoras, que elaboraron este estudio, el sexo, además de ser un tema tabú en las casas mexicanas citadinas, se vive en baja intensidad o nula.
En un 76% de los encuestados el sexo es poco frecuente, sin erotismo y un tema tabú en casa.
Durante seis meses entrevistaron a siete mil personas en la ciudad de México, Guadalajara, Veracruz, Puebla y Mérida e hicieron análisis cualitativos para medir el índice de inteligencia sexual de los mexicanos.
Sicólogos y sexólogos, concluyen que la dimensión erótica de cada persona está determinada por su coeficiente de inteligencia sexual, que constituye una parcela de su capacidad intelectual.
El estudio concluye que la inteligencia sexual de los mexicanos está a la baja y las siguientes declaraciones lo confirman:
“Me gustaría tener pláticas íntimas, lástima que a mi esposo no le gustan. Me salió muy callado”; “Si soy muy sensual me confunden con prostituta”; “¿Hacer juegos sexuales? No, por es la madre de mis hijos”.