La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) atraviesa días difíciles. Su credibilidad está dañada porque lleva muchos años en el que su discurso y su política ha estado orientada a complacer a los inversionistas y al sector financiero
Hoy, en unas horas dará a conocer sus conclusiones sobre el estatus en las tasas de interés. Los mercados se mantienen a la expectativa.
Te dejamos cinco datos sobre lo que está en juego:
1. La competencia y credibilidad del más poderoso banco central del mundo. Si después de haberlo cantado durante tanto tiempo no llegara a subir las tasas de interés, se pondrá en duda la consistencia de su discurso.
Pero si llegara a aumentar el objetivo de los fondos federales y en un futuro no muy lejano tuviera que dar marcha atrás (o directamente se produjera un cataclismo en los mercados), se pondría en entredicho la credibilidad de sus políticas.
2. Sus pronósticos han fallado, los grandes economistas de la Fed han errado continuamente en sus estimaciones macroeconómicas. En lo que se refiere al crecimiento han pecado de ser demasiado optimistas.
La recuperación ha resultado ser más lenta de lo esperado y consistentemente sus pronósticos de crecimiento al inicio de año rebasaron la realidad: en 2010, la estimación media de su tendencia central fue de 3.7%, pero la expansión fue de apenas 1.6%. Y así fue hasta 2014, cuando previó un crecimiento de 3.0% y el PIB aumentó 2.4%.
Hoy podrían recuperar credibilidad o perderla aún más.
3. Por otra parte hay indicadores positivos para la economía de los Estados Unidos, la tasa de desempleo se redujo mucho más rápido de lo anticipado. Regresó a niveles consistentes con la noción de pleno empleo mucho antes de lo previsto. Y la tasa de inflación ha seguido una trayectoria descendente, en los dos últimos años tuvo un comportamiento más bajo de lo pronosticado.
4. La situación de lento crecimiento aunado a la rápida caída de la tasa de desempleo y una inflación por debajo del objetivo forzó a la Fed a dos cosas: uno, indicar que la tasa de desempleo no estaba reflejando bien el verdadero estado del mercado de trabajo, por lo que tuvo que hacer énfasis en otros indicadores sobre las condiciones del mercado laboral para denotar que el empleo gozaba de una peor salud de lo que indicaba la tasa de desempleo.
5. La Fed ha venido retrasando el momento de un alza en las tasas de interés, así como los niveles que alcanzarían los fondos federales, haciendo el ciclo restrictivo cada vez más gradual. Por ejemplo, en enero de 2012, los pronósticos sobre el inicio del ciclo de subida de tasas se concentraban en el 2014, algo que no sucedió. En enero de ese año, a su vez, se pronosticaba como escenario más probable que para final de este año la tasa de los fondos federales estaría en 1.0%, algo imposible a estas alturas.
El problema de credibilidad de la Fed se vería agravado en caso de que llegara otra recesión a Estados Unidos en un momento en el que el banco central, con las tasas en cero, no tiene herramientas convencionales (esto es, una bajada de tasas) para poder combatirla.
El argumento de que la Fed debería empezar a subir las tasas hoy con el objeto de ir ganando margen de maniobra en la política monetaria para cuando llegue la próxima recesión es válido, pero muy difícil de acometer. Un incremento en las tasas puede tumbar a la economía global.
Los antecedentes y posibles consecuencias de cualquier decisión que hoy tome la Fed tienen pros y contras, habrá que esperar.
Fuente: Excélsior