Succar Kuri, alias El Jhonny, estaba preso desde el 5 de febrero de 2004, a causa de una denuncia y orden de aprehensión provisional emitida en California, por el magistrado Andrew J. Wistrich. Dos años después el caso de Kuri llegó el juzgado de Quintana Roo.
Al momento de su detención, en 2003, con 63 años de edad, era propietario de los negocios Coral Reef, Villas Solymar y restaurantes y comercios en la zona hotelera y en el aeropuerto internacional del destino turístico del Caribe.
A Succar Kuri se le comprobó que comandaba desde centro de Cancún una red de prostitución y pornografía infantil con ramificaciones en Los Ángeles, California.
Esta red de prostitución sirvió de base para la investigación de la periodista Lydia Cacho en su libro Los demonios del Edén, donde “pone al descubierto la ineptitud y/o corrupción que permitió escapar a Succar y las dificultades actuales para documentar el expediente de extradición”.
Succar Kuri era dueño de la empresa Kanan Banada, de la que perdió 11 cuentas bancarias operadas junto con su esposa, Gloria Pita Rodríguez. En esta compañía textil, Kuri quedó vinculado con Kamel Nacif o El Rey de la mezclilla.
En octubre de 2003, una menor identificada como “Carolina” apuntó que Succar Kuri, en complicidad con su esposa “Gloria” operaban esta red, quien desde su residencia de Los Ángeles, California, comanda el tráfico de menores como objetos sexuales, así como de videos pornográficos manufacturados en esa entidad.
De acuerdo a datos proporcionados a la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo, el empresario tenía en su lista de pornografía infantil a unas 20 niñas y algunos niños de entre 8 y 14 años de edad, los que participaban en encuentros sexuales, y también eran trasladados a Los Ángeles y a otras partes de Estados Unidos para comercializar sus cuerpos.
El día de ayer, luego de que el tribunal federal sentenció a 112 años de prisión a Succar Kuri, por los delitos de corrupción de menores y pornografía infantil
‘Es una sentencia histórica porque esto marca en la judicatura nacional la importancia de este tipo de delitos que deben de castigarse ejemplarmente, como ayer lo hizo el magistrado del Tribunal Unitario, José Angel Mattar Oliva’, resaltó el abogado defensor.
