“Depende de la cantidad de azúcar y alcohol que consuma antes de someterse a la dieta”, dice Samuel Durán, el presidente del Colegio de Nutricionistas de Chile a BBC Mundo.
“Sería raro que alguien que consuma una cantidad normal sintiera esos cambios”, explica.
Según la Organización Mundial de la Salud, esa cantidad normal diaria de azúcar, la que permitiría cumplir con “una dieta sana óptima”, debería ser el equivalente a un 5% del total de calorías ingeridas.
Y en su defecto, no más del 10%.
Esta es la recomendación de la OMS para una persona adulta que consuma aproximadamente 2.000 calorías al día.
Siguiendo la recomendación del 10%, sería un máximo de 50 gramos de azúcar al día, equivalente a unas 12 cucharaditas.
Siguiendo la recomendación del 5% para una dieta óptima y un bienestar adicional, serían 25 gramos al día o 6 cucharaditas de azúcar.
Un consumo superior podría llevar a desajustar los mecanismos de regulación que permiten al cuerpo almacenar y “quemar” los azúcares simples.
“Así que alquien cuyo consumo de calorías por azúcar sea superior al 20% de calorías diarias podría sentir mareos, temblores, transpiración o una ligera cefalea”, explica Durán.
“Pero sería alguien que lleva todo el día tomando café con muchas cucharadas de azúcar y jugos embotellados”, aclara.
“Lo más probable es no tener las sensaciones” del joven del documental, cree el experto.
Por su parte, Eduard Baladía, coordinador de la revista de Evidencia Científica y miembro de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas, es más tajante.
Fuente: BBC Mundo