El senador Javier Corral encabeza protestas y señalamientos en contra de los gobiernos federal y estatales olvidándose de los vínculos de su familia con el crimen organizado.
Corral señala para todos lados sin darse cuenta que sus propios conflictos de interés y expedientes lo hacen blanco de sus propias acusaciones.
Para muestra, sus hermanos han sido sentenciados en México y Estados Unidos por su relación con el crimen organizado.
Raúl Corral Jurado, hermano del senador, fue sentenciado por narcotráfico en los Estados Unidos al transportar y contrabandear, en el 2002, más de 50 kilos de sustancias ilícitas.
Bajo el expediente EP-02-CR-2036-DB, en El Paso, Texas, el fiscal Johnny Sutton y el juez federal David Briones condenaron a Raúl a doce meses de prisión en la cárcel de La Tuna, Texas, y luego a dos años de libertad condicional con 200 horas de trabajo comunitario.
Otro hemano suyo, Roberto, fue acusado por el gobierno de los Estados Unidos en 1999 del delito federal de robo calificado como empleado bancario.
El juicio encontró culpable al hermano del senador mexicano, sentenciándolo a 21 meses de prisión, 5 años de libertad condicional y pago de 277 mil dólares como restitución del fraude, además de una multa de 100 dólares.
Estos antecedentes fueron recordados en el Senado de la República por el gobernador César Duarte quien señaló a Corral que las afectaciones a sus intereses personales de relaciones con el crimen en Ciudad Juárez son las que motivan los ataques que el senador dirige hacia el gobierno de Chihuahua.
Hay que recordar también que el senador tiene deudas privadas con Televisa que le costaron el embargo de una de sus casas y que él insiste en señalar que no contrató publicidad política a la empresa que le demandó por no pagar.
Corral va de puesto en puesto lanzando acusaciones y buscando beneficios personales. ¿Con ese historial pretende que la gente le crea?
