¿Qué significan las devoluciones de poder en Escocia?

Tras la victoria del No en el referendo de Escocia, sólo un tema parece estar en boca de los británicos: “devo max”,maximum devolution, o máxima descentralización.

El referendo sacudió los cimientos del Reino Unido y según algunos analistas abrió una caja de Pandora.

En los días previos a la votación y temerosos de una posible victoria independentista, los líderes de los tres principales partidos británicos prometieron a última hora mayores poderes a Escocia.

Y estas nuevas competencias son ahora reclamadas por otras regiones del país que también resienten el yugo del poder central en Londres.

“Así como el pueblo de Escocia tendrá más poder sobre sus asuntos, los pueblos de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte deben tener una mayor voz en los de ellos”, dijo el primer ministro David Cameron tras conocerse la victoria del No en Escocia.

Algunos analistas hablan de una futura “revolución constitucional”. ¿Pero qué es exactamente devo max y hasta donde llegará?

“Devolution” es un término inglés utilizado para describir un tipo de descentralización o traspaso de poderes de un poder central a entidades regionales o locales autónomas.

No se trata de federalismo, como en el caso de Estados Unidos o México, en que los gobiernos provinciales están garantizados a nivel constitucional.

La descentralización en el Reino Unido está concedida en leyes que pueden ser enmendadas o incluso revocadas.

En el caso de Escocia, el proceso comenzó cuando Tony Blair ganó el apoyo popular escocés en las elecciones generales de 1997 con una promesa de mayor autonomía.

Poco después se creó por ley el Parlamento escocés que comenzó a funcionar en 1999, con competencias limitadas en materia de seguridad social, vivienda y algunos impuestos.

El clamor de los escoceses por mayor descentralización se explica en parte, según analistas, por el rechazo visceral a las políticas de Margaret Thatcher en los 80, que diezmó a los sindicatos de industrias pesadas importantes a nivel local.

Thatcher también utilizó a Escocia como conejillo de Indias de un polémico impuesto llamado poll tax o impuesto per capita, basado en el número de personas en un hogar y no en el valor de la propiedad y que muchos vieron como una transferencia del costo de servicios locales de los ricos a los pobres.

Tras protestas masivas el poll tax fue abolido, pero dejó heridas particularmente en Escocia que nunca terminaron de cerrar. Y el desencanto con Londres creció aún más cuando, a pesar del rechazo popular, Blair llevó al país a la guerra de Irak.

 

Fuente: BBC Mundo