Quickysexypedia Sexy toy machín 2 (Con el veneno en la boca)

Eva en búsqueda del placer universal encuentra en una Sex shop el sex toy más cachondo de todos.

Eva deseosa de expandir la paz mundial por medio de regalar o proporcionar un vibrador a cada mujer en el mundo decidió investigar cuáles eran los mejores vibradores en el mundo del sexo plástico. Recorrió las sex shops de la Roma y Condesa y hasta se atrevió a meterse al Mundo del Sexo en el centro de la Ciudad de México. Aunque todas las tiendas presumían de tener lo mejor, en realidad tenían lo mismo: grandes penes plásticos de colores variados, texturas hiperrealistas, de silicón, vidrio, metal y otras texturas creadas por la tecnología.

La siguiente compra de Eva fue un gran dildo negro extra size venoso y potente, al cual llamó Efraín en recuerdo de un novio cubano muy bien dotado. Gran decepción. Para empezar había que prepararse previamente para introducir a Efraín y hacer una labor de jugueteo amoroso extendida porque si no el cubano virtual sí la podía lastimar. La tercera opción fue un vibrador pequeño y rosa con forma de conejito al cuál llamó Bunnyman, por tamaño y textura lo compró no muy convencida pero rápidamente comprobó que el miniconejo sí la ponía – si era bien aplicado. No necesitaba gran cosa para lograr su paraíso orgásmico; la estimulación del clítoris era suficiente para su placer. Gran descubrimiento. Eva fue simplificando sus opciones.

Cuando vio un anuncio de vibradores ergonómicos para mujeres que tenían más la forma de un radio de baterías que un vibrador, decidió probarlo en nombre de la felicidad femenina (para esto Eva se había convertido en una investigadora de campo dedicada y una líder de opinión en cuanto al tema referido). Sus amigas esperaban el reporte de resultados.

Al entrar a la sex shop de la calle de Xola se dirigió directamente a la pared de su vicio, sin mediar palabra ni saludos y se dedicó a buscar lo nuevo. El intendente le mostraba los grandes dildos y vibradores (entre más grandes mejores) pero Eva sabía lo que buscaba. Harta de que le promocionaran algo que no quería le dijo al despachante que en realidad el tamaño no importaba sino que buscaba algo diseñado para el cuerpo femenino. Entonces escuchó una revelación:

-Señorita con todo gusto y sin ánimo de molestarla pongo a su disposición mis instalaciones diseñadas totalmente para su cuerpo tan femenino. Eva volteó a verlo y se topó con unos grandes ojos sonrientes y una estructura corporal nada mal para un cuarentón.

El hombre siguió diciéndole que si lo que buscaba era un objeto de placer y un juguete sexual, él podía con todo gusto asistirla y ayudarle a aplicar el sex toy y, si era necesario, darle sexo oral o lo que requiriera para generarle uno, o más, sabrosos orgasmos.

Eva se quedó congelada, no sabía qué contestar; en realidad había olvidado que los hombres completos existían por dedicarse a buscar sustitutos. No tuvo tiempo ni de ofenderse cuando ya estaba diciendo que sí.

Para Eva encontrar un hombre con quien compartir el placer, la intimidad, los juegos, las risas, las anécdotas, la comida, un buen vino y además que fuera lo suficientemente plantado para jugar con ella y su sex toy sin tenerle celos al rival y estar dispuesto a darle horas de placer era todo un regalo del Universo. Sus vecinas la odiaban aún más porque la muy idiota, además de su cara feliz, aullaba todas las noches por los servicios de su machín. La Paz mundial tendría que buscarla cada quien por separado en sí mismo Eva estaba muy ocupada disfrutando de su sex toy machín.