¿Quién es Andrés Manuel López Obrador?

Andrés Manuel López Obrador, uno de los políticos más influyentes de los últimos años en México, su pasado, presente y futuro, rumbo a las elecciones presidenciales del 2018 y más allá.

Aquí está:

De niño no le gustaba perder. Contaba su papá que cuando perdía su equipo favorito hacía berrinche. Sabe perder, porque ha perdido muchas veces y lo aprendió bien. No ha cambiado la conducta que lo llevó a la derrota muchas veces. Así que si sabe perder, no digan que no sabe, lo que no sabe es cómo ganar.

Cuando estudió ciencias políticas en la UNAM no fue un joven brillante; reprobó muchas materias. Pero hoy es un hábil manipulador, lo hace sutilmente y para eso hay que ser listo. Así que no importa que se haya llevado 14 años para titularse. La historia nos ha enseñado que las mentes brillantes no tienen por qué haber sido alumnos de excelentes calificaciones.

Su esencia es el antiguo PRI. Cuando dirigió en Tabasco al partido que en aquel tiempo era hegemónico, aprendió el estilo autoritario que lo caracteriza. Sabe dictar tareas a cada uno de sus subordinados. Él determina todas las pautas que deben seguir los integrantes del partido o movimiento donde esté.

En 1988 se postula para Gobernador de Tabasco por el Partido Democrático Nacional. Pierde. Es entonces que usa por primera vez el término complot en su libro: Tabasco, victima de un fraude. Él siente que posee una virtud, y cree que la justicia es una quimera. Excepto cuando ganó.

Como líder dominador, ha sido hábil para manipular a sus seguidores. Cuando el 20 de noviembre de 1991 realizó su primera marcha llamada Éxodo de la Democracia, se dio cuenta que el conflicto, la polémica y la inestabilidad social eran sus mejores armas.

La única vez que cambió el libreto fue en 1999 cuando ganó la las elecciones para Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Aquella ocasión rompió con su marcada personalidad política agresiva. El conflicto social no existió, aquella ocasión no hubo fraude.

En el 2006 tras perder por primera vez las elecciones presidenciales, México vivió un estallido social; bloqueos viales y plantones provocaron grandes pérdidas económicas. Ese fue el berrinche más grande de la historia. Como líder autoritario, no busca el dialogo y consenso con sus seguidores, simplemente impone lo que se tiene que hacer. Él determina todas las pautas que deben seguir.

López Obrador nunca compartirá el liderato con nadie. Fiel a su estilo autoritario, amenazó con ir como candidato a la Presidencia de la República con, o sin el PRD. Una encuesta que no estuvo amañada, y que nadie vio, le dio la designación para ser el representante de los partidos de izquierda en las pasadas elecciones del 2012.

La campaña la empezó con careta de amoroso y la acabó sin ella. No pudo fingir lo que no era. Una cosa decía y su conducta lo traicionaba. Para él, los que no votaron por su causa, vendieron su voto. Se peleó con los bancos, las instituciones y con medio mundo. La resonancia emocional que tiene sobre sus seguidores se reafirmó.

Como no admite oposición, buscó tener su propia ermita donde lo pudieran venerar sus feligreses. La subcultura Pejista, por fin podrá distinguirse de los herejes que no comulgan con sus dogmas, López Obrador convertirá a MORENA en partido político.

Su hegemonía en las izquierdas no ha acabado. Tiene individuos de confianza que le operan en los diferentes partidos. No es que no hayan querido seguir a su ungido; él los dejó ahí, acomodados como hombres clave que, desde posiciones  estratégicas y con una incondicionalidad vehemente, le permitirán desarrollar maniobras en el Congreso de la Unión y en los partidos de izquierda.

Andrés Manuel López Obrador,  el rey de los argumentos ad hominem, el que nunca presenta argumentos con bases, el que solo desacredita y ataca a sus adversarios políticos, no está acabado, su visión es el 2018. Es un político tenaz que aprendió sobrevivir sin el presupuesto que da un puesto público, por eso jamás se retirará. Tampoco va a cambiar, él es así. Le ha funcionado. Entonces, ¿para qué cambiar?

Sobre el autor:

Enrique Aquino es político, conferenciante y periodista

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