Reyna Dávila Martínez trabajaba en el Colegio Enrique Rébsamen que colapsó en el sismo del 19 de septiembre pasado.
Gregorio Mosqueda, esposo de Reyna, pidió a las autoridades que hicieran hasta el último esfuerzo para sacarla de entre los escombros. Sus restos fueron recuperados este domingo por la tarde-noche.
Reyna tenía 46 años, era una de las tres conserjes del colegio.
El caso de Reyna emergió tras aclararse que nunca existió al historia de la niña Frida Sofía, de quién se había dicho que estaba atrapada con vida entre los escombros del Colegio Enrique Rébsamen, junto con algunos de sus compañeros.
Durante el domingo llegaron, por primera vez desde el pasado martes, los padres de los estudiantes. Algunos iban con sus hijos, quienes vivieron en carne propia esta tragedia. Una madre, Mónica López Ortega, cargaba la urna en donde guarda los restos de su hija que falleció en el lugar.
“Estábamos en la clase de yoga, yo en sí no le tenían miedo a los temblores hasta ese momento; de hecho una compañera no logró salir. Desafortunadamente la estructura del edificio la mató”, dijo Luis Manuel Carrillo, alumno de segundo de secundaria, quien dijo que también vio morir a María Fernanda, otra de sus compañeras de tercer año.
“No teníamos salida, había muchos gritos, muchos salieron desesperados, pero entre algunos profesores y alumnos queríamos tranquilizarlos de todo lo que había pasado. Fue algo muy duro, muy fuerte, porque había un cadáver a la vista, era una niña que fue totalmente aplastada y su cabeza tocaban sus pies”, relató Luis Manuel.
También los padres contaron sus historias, de cómo se enteraron de la tragedia y qué hicieron al llegar al lugar. Unos, tras ver a sus hijos, abrazarlos y dar gracias a Dios, se sumaron a los trabajos de rescate.