¿Quiénes visitan a ‘La Maestra’ en la cárcel?

Hasta hace un año Gordillo era una mujer libre. Tenía poder y dinero. Era presidenta del sindicato más grande de América Latina, con poco más de 1 millón 500 mil trabajadores. Hoy está en la cárcel.

En Tepepan, la lista de visitantes de Gordillo se reduce a su familia: sus hijas Mónica Arreola y Maricruz Montelongo; su yerno Fernando González; sus nietos Othón de León Arriola y René Fujiwara, con sus respectivas novias Paulina Arellano Castelo y Erika Lorena Trejo Angulo.

También la visita su hermana Martha Gordillo, su sobrino Ismael Hernández Gordillo y sus abogados: Marco Antonio del Toro y Ramón Mondragón Tenorio.

El 26 de febrero de 2013, Gordillo amaneció en su casa de San Diego.

A media tarde abordó un Cessna Citation Encore 560, matrícula XA-UEF –su aeronave habitual– con un plan de vuelo que tenía a Toluca como destino.

Su avión aterrizó unos minutos antes de las 19:00 horas en el Aeropuerto Internacional de Toluca. Elba iba con una masajista y, antes de que se levantara de su asiento y fuera hasta donde le esperaba su camioneta, entraron los agentes federales a la cabina de la aeronave.

Leticia Espinoza López, agente de la Policía Federal Ministerial, con el apoyo del suboficial Édgar Nájera Melquiades, le informaron que estaba detenida.

Afuera, un grupo de infantes de la Armada esperaron a que bajara del Cessna, para llevarla a una camioneta. Todo fue muy rápido: a las 20:25 horas La Maestra ya estaba en la Gerencia del Servicio Médico del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

A las 23:00 horas, ya estaba en el Servicio Médico del Penal de Santa Martha Acatitla, sentada frente a la doctora Montaño, a quien dijo que padecía hipertensión arterial y que no recordaba cuáles eran los medicamentos que debía tomar.

A esa hora, su frecuencia cardiaca estaba en 89 palpitaciones por minuto, pero la presión arterial no cedía: registraba 160/100.

Pese a todo, la doctora Montaño estableció que La Maestra estaba consciente, orientada, cooperadora, con aliento normal y sin lesiones al momento de la exploración. Elba pasó esa noche y la siguiente en las instalaciones médicas de Santa Martha.