Los rabinos norteamericanos ya podrán succionar el pene de los niños a los cuales les realicen la circuncisión.
Por fin ganaron la batalla legal y después de cortar el prepucio de los bebés a los 8 días de nacidos, rematarán el rito lamiendo el glande sangrante de los bebés.
A pesar de no ser higiénico, ya que podría aumentar el riesgo de contraer alguna infección, los rabinos ya cuentan con el permiso para hacerlo.
“La succión oral de una herida abierta es un riesgo inherente para la transmisión del HSV-1 y otros patógenos a un recién nacido y no es segura”, señaló el informe semanal sobre morbilidad y mortalidad del CDC.
La mayoría de los adultos están infectados con el virus HSV-1 y lo tienen en la boca y la saliva de vez en cuando, pero no presentan ningún síntoma.
En el 2011 dos pequeños murieron debido a esta práctica, “Uno de los niños muertos era un gemelo circuncidado fuera del hospital en una ceremonia religiosa realizada por un mohel, la persona a cargo de la circuncisión, que cortó el prepucio y luego chupó la sangre con su propia boca y la cual estaba infectada”.