Radiografía al orgasmo masculino

Lorena Sánchez, periodista, investiga el orgasmo masculino: “He descubierto el punto ‘R’, El secreto para que aumente el placer de los hombres”.

Los resultados se publicaron en Quo. es participaron en la investigación un reconocido urólogo, un sexólogo clínico y un maestro del sexo tántrico.

Además, 10 voluntarios. Tras un mes Sánchez considera que ha encontrado la piedra de toque: el punto “R” masculino:

Pocos de calidad…

“Creo que un buen orgasmo pasa muy pocas veces”, afirma Pedro Lucas, psicólogo y sexólogo con amplia experiencia en clínica: “Algunos lo asimilan a descorchar una botella de champán: intenso, rápido y que no dura lo que uno espera”.

Aproximadamente entre 3 y 8 seg. Esta es la media de tiempo del orgasmo en el varón. Comparado con la media femenina –según los cronómetros, de 13 a 51 seg.–, parece que hay un largo recorrido por explorar.

Y llegamos al punto ‘R’

Acordemos, pues, que el orgasmo masculino tiene que cobrar protagonismo en la alcoba. Pero, ¿cómo empezamos? Lo que propone Ignacio Moncada es que: “Si el período de excitación previo a la eyaculación es más prolongado, el orgasmo es más intenso”.

Pedro Lucas insiste: “Nos vamos a la cama con dos objetivos: penetración y orgasmo, y eso es lo que hay que quitarse de la cabeza. Hay que hacerlo con la idea de gozar del sexo, descubrir qué te hace disfrutar. Te puede excitar que te estimulen los testículos, los pezones o lo que sea. Poner atención en lo que te da placer, el autodescubrimiento es lo que importa”.

Las técnicas de respiración utilizadas en yoga han saltado a las clínicas de terapia sexual como práctica útil para prolongar la excitación sin eyaculación

En el punto de máxima excitación, los testículos están elevados y completamente congestionados. La corona del pene se llena de sangre y los fluidos se concentran en el final de la uretra, creando una sensación de pesadez que los hombres reconocen como la señal de orgasmo inminente. Y… justo ahí, antes de que se inicien las contracciones que dispararán la eyaculación, es donde hay que respirar profundo.

Respiración tipo yoga

En 2010, The Journal of Sexual Medicine publicó dos estudios realizados en la India con sesenta y cinco hombres que hacían yoga. Su práctica, asociada a ejercicios de respiración, incrementaba el deseo masculino, mejoraba la erección y el control eyaculatorio, y la intensidad del orgasmo. Respirar ¿estilo yoga? ¿Cómo es eso? Los sexólogos hablan de la respiración triángulo: Inhala en 5 segundos, mantén la respiración otros 5 y exhala por 5 segundos. La idea es que sea lenta y calmada, para controlar que no se dispare la eyaculación.

El varón multiorgásmico

Justo ahí, en ese punto de no retorno, es donde el maestro del tantra es un prestidigitador. Ese momento, dice Keshava, de máxima energía sexual, “puede domarse y prolongarse durante horas”. Para lograrlo, lo primero que me dice es “olvídate de hablar de orgasmo. Se trata de conseguir largas sesiones de caricias, intimidad y encontrar y manejar esa energía sexual que te conecta con el cosmos, que va más allá del cuerpo.

El cuerpo no es nada…”. Cuesta trabajo seguir a Keshava y los vínculos entre el orgasmo y la conexión con la espiritualidad. Así que busco información en un libro más que recomendable y de reciente publicación, S=EX2 La ciencia del sexo. Su autor, Pere Stupinyá, periodista científico, cuenta como el tantra le ayudó a averiguar que es multiorgásmico.

El primer orgasmo en el varón suele producirse entre los 10 y los 12 años, y está asociado al desarrollo de los órganos genitales

En el sexo tántrico, la penetración es solo un paso, posible o no. Y se anima a que se realice incluso aunque el pene no esté erecto. No es algo esencial ni un fin. La primera etapa es “estática”.

El pene se queda inmóvil dentro de la vagina, mientras la pareja continúa acariciándose suavemente. Cuando se produce un aumento de sensibilidad genital, si sigues las instrucciones de respiración y toma de conciencia que antes puede enseñarte un maestro como Keshava, se consigue, según relata Stupinyá en su libro, dominar la musculatura pélvica que activa la eyaculación, amansar las neuronas de la zona lumbar que disparan el orgasmo, y así, la tensión sexual se distribuye por todo el cuerpo en lo que llama “orgasmo cósmico”, algo que se produce repetidas veces.

Las pulsaciones que normalmente se localizan en los genitales empiezan a subir por todo el cuerpo, se distribuyen por lo que el tantra considera los chakras y el placer se extiende internamente por órganos y músculos. No hay eyaculación, pero sí orgasmos múltiples.

Ese es el secreto tántrico del hombre multiorgásimo. Para terminar, la descripción de un orgasmo de Manuel, 39 años: “Siento que soy el primer ser humano en volar, que me desprendo de la Tierra y el vacío va ocupando cada vez más zonas de mi cuerpo…”. Manuel no practica tantra, pero tampoco parece que le haga falta.

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