Por Cristoper Enriquez– Más de 76 mil aficionados se dieron cita en el Estadio Azteca para presenciar el regreso de la NFL a México con un partido que no defraudó deportivamente. Los Raiders de Oakland se impusieron 27-20 a los Texans de Houston, en el juego que cerraba la semana 11 de la Liga.
Luego de 11 años de ausencia, los aficionados tuvieron altibajos durante el partido de Monday Night Football: respetaron el himno nacional de los Estados Unidos, sin embargo realizaron el clásico grito de “eeeh pu…” a la hora de los despejes de los pateadores de Texans. El lanzador de Houston, Osweiler, fue abrumado con un rayo laser, y con pancartas hicieron “avioncitos” que fueron aventados al terreno de juego.
En un partido muy parejo, los “Malosos” consiguieron su cuarta victoria consecutiva, y la novena de la temporada, con un gran pase de Carr a Cooper, quien se metió a las diagonales sin perseguidor alguno, en el último cuarto. Con el triunfo, Raiders afianzó del liderato de la División Oeste de la Conferencia Americana.
Al final del partido, el quarterback de Raiders aseguró que “si volvería a jugar aquí (Estadio Azteca), te diría que lo haría con gusto”.
Ahora, México tendrá que esperar para saber si su comportamiento y los cantos racista no son un problema para que vuelva a albergar otro juego de la NFL.
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