Es el símbolo de respeto más importante que ofrecen las 68 comunidades indígenas a un Presidente mexicano. Elaborado con cedro, simboliza el poder y la jerarquía de los líderes. Es el primer Presidente que lo recibe.
Previamente el presidente de México recibió un ritual de purificación de la mano de médicos tradicionales.
“Hacemos entrega de este bastón sagrado. En nombre de todos los pueblos indígenas venimos a depositar en sus manos el Bastón de Mando (…) tenemos mucha esperanza de que México vivirá a partir de hoy una transformación”.
La oradora le pidió al presidente que tome en cuenta a todos los pueblos indígenas, en las decisiones que tome en su mandato.
En la ceremonia indígena, López Obrador aceptó el cargo de gobernante de las comunidades originarias.