El lujo, la moda, la defensa de los derechos de la mujer, la democracia y la política convergieron en la entrega del premio La Mujer del Año, en el Museo de Antropología e Historia, donde la galardonada de 2012, María del Carmen Alanís, no solo escuchó elogios a su persona y trayectoria, también pidió al gobierno entrante trabajar para profundizar los avances en materia de equidad de género.
La magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) recibió la presea y un anillo de brillantes Celebration de la marca patrocinadora del acto, Tiffany & Co, cuyo valor, según la página de internet de la joyería, va de 30 a 45 mil pesos.
El Presidente Peña Nieto estuvo presente en la ceremonia, los organizadores comentaron que desde hace años un presidente no acudía a entregar el galardón.
A las 18:30 Alanís Figueroa llegó del brazo de su padre, Agustín Alanís Fuentes, a quien posteriormente dedicaría el premio, al igual que a su marido. Minutos después Enrique Peña Nieto apareció junto a su esposa para iniciar el acto.
En su discurso, Alanís Figueroa dio a conocer los avances en materia de equidad en los procesos electorales. Frente a una audiencia compuesta mayoritariamente por políticas priistas, enfatizó en que aún existe discriminación de mujeres en el servicio público.
Por su parte, Peña Nieto coincidió en que en el país no han logrado lo suficiente en la materia, pues las mujeres aún son víctimas de discriminación y violencia.
Hizo un llamado a cambiar de mentalidad, a fin de reconocer la igualdad entre mujeres y hombres, y abrir espacios en más ámbitos para la acción de las mujeres.
