En medio de una de las ovaciones más intensas en la entrega de los Premios Nobel de este año, la iraquí y el médico congoleño recibieron el premio en la ciudad de Oslo; ambos pidieron terminar abusos sexuales.
Nadia Murad, quien fue esclava de los yihadistas y se convirtió en activista, dijo al recibir el premio:
“Cada día, en cada rato libre que tenía, me violaba”. Ella logró huir y convertirse en el rostro de las 6,700 mujeres secuestradas y vendidas por las huestes del califato.
“Cada segundo con el Estado Islámico fue parte de una muerte lenta y dolorosa (…) nos trataban de una manera salvaje. Yo fui propiedad de un iraquí, un sirio, un tunecino y un saudí. Todos sin excepción me violaron”.
Por su parte el doctor Mukwege atendía víctimas de violencia sexual en su país. Recibió el premio “por su dedicación a ayudar a las damnificadas del conflicto bélico en el Congo”.
Ambos compartirán los 9 millones de coronas noruegas (poco más de un millón de dólares) con que está dotado el premio, al igual que el resto de los Nobel.