El monoplaza del Infiniti Red Bull Racing recorrió las calles del Zócalo de la Ciudad de México por primera vez este sábado 27 de junio por la mañana, dando una demostración a cargo de los pilotos Daniel Ricciardo y Carlos Sainz.
Al evento gratuito pasaron alrededor de 150 mil fanáticos de la F1 (y algunos que este mismo día descubrieron una nueva pasión). La Catedral, el Palacio Nacional y las ruinas de las gran ciudad Azteca de Tenochtitlán sirvieron como fondo de lujo.
Ambos pilotos, en plena temporada del Campeonato Mundial de Fórmula 1, se dieron una pausa en su agenda para conducir el RB7 sobre asfalto mexicano. El auto cuatro veces campeón del mundo, con su motor Renault V8 de 2400cc, pasó quemando llantas y dejando su huella a lo largo del recorrido.