Las primeras empresas interesadas en importar, distribuir y comercializar petrolíferos en el mercado mexicano son: Shell, ExxonMobil y BP en el segmento de grandes empresas, así como Valero Energy, Trafigura con su marca Puma; Chevron-Texaco, Lukoil de Rusia, Phillips 66 y Glencore.
La reforma energética sentó las bases para que los acuerdos y esquemas de negocios sean favorables a México. Las conversaciones se han realizado de manera privada con pequeños y medianos propietarios. Los sitios más atractivos son el noreste del país y la Ciudad de México y su zona metropolitana.
Se espera que los primeros acuerdos se logren a finales de este año y principios del 2017, en tanto las inversiones para la comercialización provendrán de fuentes privadas, pero no se descarta que Petróleos Mexicanos (Pemex) haga algún tipo de asociación con extranjeros.
Pemex se ha comprometido con las empresas a tener una propuesta de negocios para las estaciones de servicio que se mantengan en su franquicia en la primera quincena de julio próximo. La franquicia mantendrá el logo actual, a pesar de que trabajó en varias propuestas. Sus marcas registradas son Pemex Magna, Pemex Premiun, Pemex Diésel y Franquicia Pemex.