La relación del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto con el Congreso en su primer trienio de gobierno estuvo marcada por los acuerdos que dieron paso a reformas estructurales que hacía dos décadas sus antecesores y especialistas consideraron indispensables para el crecimiento económico y el acotamiento de los llamados poderes fácticos.
Caracterizada por el Pacto por México, la LXII Legislatura que termina dio paso a cambios en la Constitución de artículos antes intocados como es el caso del Tercero y 73, al establecer mecanismos de evaluación tanto para el ingreso como para la permanencia del personal docente.
Por esa reforma educativa, pero también por las transformaciones que rompieron monopolios en telecomunicaciones y que modificaron el emblemático artículo 27 constitucional para dar paso a la participación del capital privado en el sector energético, el periodo parlamentario de 2012 a 2015 fue considerado por sus protagonistas y observadores como el más productivo de la historia contemporánea.
Agenda de avanzada
Firmado por el Presidente Peña Nieto y las dirigencias del PRI, PAN y PRD al segundo día de su mandato, el Pacto por México permitió la negociación de una agenda legislativa que antes de ser sometida a las cámaras de Diputados y Senadores era avalada por el primer círculo gubernamental y los operadores de las principales fuerzas políticas.