En La Primera Plana siempre nos preocupamos por el bienestar de las personas. ¿No lo crees? Pues te vamos a dar algunos consejos para que te relajes y realmente descanses este verano. Para empezar, es necesario que sepas que algunos expertos consideran que ya no somos tan buenos a la hora de descansar gracias a todos los aparatos móviles que nos rodean, como las computadoras personales, los smartphones y ese tipo de nuevas tecnologías, ya que todo el tiempo estamos conectados.
El celular y la computadora nunca te permitirán relajarte de verdad.
Y es que a pesar de estar en la playa en una cabaña, dispuestos a pasar un rato de relajación y descanso, no podemos resistirnos a abrir nuestro correo electrónico (por si se ofrece algo en la oficina) o ver qué se ha publicado en Facebook. ¿Cómo quieres que tus jefes te dejen en paz, si todo el tiempo estás ahí? Es por eso necesario encontrar un equilibrio, un balance justo entre el uso de los aparatos de telecomunicación y el descanso y la relajación vacacional.
Daniel Sieberg, autor de The Digital Diet, y William Powers, autor de Hamlet’s BlackBerry: A Practical Philosophy for Building a Good Life in the Digital Age dan algunos consejos para encontrar dicho equilibrio. Sieberg dice, por su parte, que el hecho de abrir sólo un correo y contestarlo es el primer paso para que tu jefe vea que NO estás realmente de vacaciones. Por ende, va a abusar de ti y a pedirte que trabajes, y nunca te sentirás realmente vacacionando.
Powers argumenta que abrir Facebook te introduce inmediatamente a un estado mental que no es el ideal para un vacacionista, por lo que debes tratar de alejarte todo lo posible de él mientras descanses. No lo vas a lamentar. Además, según los autores, es bueno hacer reglas sobre el uso de los aparatos: es bueno poner límites de tiempo y no violarlos, así como fijar horarios, crear rituales, y ajustarte a ellos, respetar lo que habías establecido en un principio.
¡Pide ayuda! No es demasiado tarde. Si vas de vacaciones con alguien, vean como un juego reprimir sus impulsos de conectarse a internet o prender el teléfono. Traten de interactuar entre ustedes. Cara a cara. Como seres humanos. Cuando comas procura que tú y tus cercanos hagan a un lado todo ese tipo de aparatos, ya que usarlos comiendo impide el disfrute del alimento y, peor aún, de los amigos que te acompañan en ese momento.
Si tu urgencia por conectarte es devoradora, lo que debes hacer es dar tus contraseñas a un amigo de mucha confianza para que, al irte, él cambie todas éstas y así tú no puedas acceder a tus cuentas. Ya de regreso, pides la nueva contraseña a tu amigo y las vuelves a cambiar. Tal vez suene algo salvaje este método, pero debes comprender que lo hacemos por tu bien.
Con ello llevarás unas vacaciones más disfrutables.
Fuente: CNN México
Foto: HelpingPeople
