Impulsadas por la recuperación del empleo y del salario en Estados Unidos, se estima que superarán los 27 mil millones de dólares al cierre de 2017, con lo que marcarán una cifra récord.
México seguirá como la cuarta economía receptora de remesas en el mundo, sólo debajo de China, India y Filipinas.
Entre 2000 y 2016, las remesas aumentaron a una tasa media anual de 9.2 por ciento, al pasar de seis mil 572.7 millones de dólares a 26 mil 972.4 millones de dólares en ese orden, registrando en el último año su nivel máximo histórico, pero se espera que en 2017 marquen un nuevo récord.
El flujo recibido durante los primeros siete meses del año continúa siendo el más alto en la serie histórica del indicador, al acumular 16 mil 405.8 millones de dólares, con un incremento de 6.4 por ciento anual.
Los ingresos por remesas representan un ingreso significativo para los hogares mexicanos, pues dichos recursos se destinan principalmente para comida y vestido, pagar deudas y comprar un vehículo.
Las remesas son una entrada importante de divisas, incluso con el monto récord previsto para este año se podría cubrir el déficit de la cuenta corriente, estimado en cerca de 27 mil 300 millones de dólares.
Con los 26 mil 970 millones de dólares alcanzado al cierre de 2016, las remesas escalaron al segundo lugar como fuente de captación de divisas para el país (6.24 por ciento del total), sólo por debajo de las exportaciones automotrices con 113 mil 316 millones de dólares (el 26.20 por ciento).