El secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, renunció este viernes al cargo en protesta por la intención del presidente Donald Trump de designar a un cercano inversionista neoyorquino como nuevo director de Comunicaciones, informaron hoy medios de prensa.
La salida de Spicer es significativa por tratarse de uno de los más cercanos colaboradores del mandatario en la Casa Blanca, y alguien quien durante los pasados seis meses fue el defensor más visible de su gobierno y agenda, en un ámbito marcado por la abierta pugna entre Trump y la prensa.
Empero su renuncia dejó en claro que más allá de su desempeño público, no hubo una cercanía real con el mandatario, quien de acuerdo con varios reportes de prensa, no tuvo problema en aceptar su renuncia después que Spicer objetó la nominación de Anthony Scaramucci como director de Comunicaciones de la Casa Blanca.
Scaramucci, de 53 años, quien es economista y abogado, carece de experiencia en el ámbito de prensa más allá de su colaboración con la cadena de televisión Fox, pero tiene una relación personal con Trump que precede la campaña presidencial, donde sirvió como asesor de comunicaciones del entonces candidato republicano.
De acuerdo con la cadena Fox, la salida de Spicer fue precipitada además por la negativa de Scaramucci de quedar bajo la autoridad de aquel, insistiendo en tener una línea directa de comunicación con el presidente.
En semanas recientes la interacción de Spicer con la prensa asignada a la cobertura de la Casa Blanca fue menos visible, y su lugar en las conferencias de prensa fue ocupado con mayor frecuencia por su número dos, Sarah Huckabee Sanders.
Fox indicó que Trump pareció estar insatisfecho con el estilo de Spicer, en contraste con el de Scaramucci, en particular tras un incidente con la televisora CNN tras un reporte que lo involucró y por el que finalmente la televisora terminó retractándose y ofreciendo una disculpa.
Citando fuentes anónimas, CNN reportó el mes pasado que investigadores del Senado querían entrevistar a Scaramucci, amigo y consejero de Trump, como parte de la investigación sobre posible colusión entre miembros de la campaña y funcionarios rusos.
Scaramucci negó haber incurrido en ilegalidad alguna y refutó algunas de las caracterizaciones de la historia, por lo que CNN la eliminó, se disculpó con el millonario hombre de negocios, y sus tres reporteros involucrados en la pieza, entre ellos un ganador del premio Pulitzer, renunciaron a sus cargos.