En medio de denuncias de corrupción, el ministro del Deporte de Brasil, Orlando Silva, principal figura del Gobierno brasileño en los preparativos para el Mundial de 2014, renunció este miércoles a su cargo.
Silva dijo a periodistas que presentó su dimisión a la presidenta Dilma Rousseff para evitar que el gobierno se viera afectado por la “crisis política” desatada por denuncias de que comandaba un esquema de desvío de fondos públicos destinados a proyectos deportivos en comunidades carentes.
Entre las acusaciones destaca que el ex ministro habría arreglado sobornos por 40 millones de reales (23 millones de dólares) de contratos gubernamentales para beneficiarse y al Partido Comunista de Brasil, que integra el gobierno.
El ahora ex Ministro negó con vehemencia las acusaciones, pero las presiones políticas y la decisión de la justicia de abrir una investigación sobre las denuncias en su contra provocaron su caída.
El funcionario era encargado de coordinar las inversiones de la Copa Mundial de 2014 que, con un presupuesto de más de 18 mil millones de dólares en estadios, nuevos sistemas de transporte, expansiones de aeropuertos y otros proyectos de infraestructura, promete ser la más cara de la historia.
Fuente: Reforma