El terremoto de 6,4 grados en la escala de Richter, que el pasado sábado sacudió el sur de Taiwán, dejó un total de 38 muertos y 500 heridos.
Sin embargo, el edificio que colapsó durante el sismo, mejor conocido como Weiguan Jinlong (Dragón Dorado), mantuvo cerca de 100 personas atrapadas entre los escombros.
Lin Su-chin, una niña de 8 años de edad, fue encontrada con signos vitales a pesar de que estuvo 61 horas bajo los restos de los edificios destruidos.
“Está despierta, pero parece deshidratada, perdió algo de temperatura, pero su presión sanguínea está bien. Le pregunté si se había hecho daño en alguna parte y lo negó con la cabeza”, comentó el alcalde Lai Ching-te después de hablar con la pequeña.
Las esperanzas de encontrar más personas con vida disminuyen mientras pasa el tiempo y se superan las primeras 72 horas después de lo ocurrido.
Las familias de las víctimas se mantienen alrededor del edificio colapsado y han manifestado que el Año Nuevo Lunar, que comenzó oficialmente ayer, ha sido el más triste de sus vidas.