B.B., es una caniche de criadero que vivía encerrado en una jaula en un sótano. En septiembre de 2016, la Sociedad Humana de Estados Unidos (HSUS), el criadero, en Carolina del Norte, fue interceptado. Los empleados vieron que la perra había sido usado para criar en repetidas veces. “Parecía una criatura indefensa,” comentó Jessica Lauginger, gerente de crímenes contra animales en HSUS.
B.B. fue llevada al Hospital de animales Cabarrus, donde llamó la atención de Brenda Tortoreo, que trabaja ahí como recepcionista. “B.B. estaba en una esquina. Daba pena, estaba aterrorizada… Ahí decidí llevármela a casa” declaró.
Después de pasar toda su vida en una jaula, el caniche parecía confuso en el hogar de Tortoreo. “Puse a B.B. en el suelo y no hacía más que caminar en pequeños círculos. Creo que eso es todo lo que sabía hacer. No sabía lo que era el pasto y le daba mucho miedo”.
Pero poco a poco, el perro se fue acostumbrando. “Ahora corre por la casa. Ciertamente ha salido de su caparazón”, dijo.
Con información de BoredPared