¿Resistirá Ison su acercamiento con el Sol?

Astrónomos y aficionados al cielo nocturno esperan con gran expectativa el encuentro cercano del Ison con el Sol, previsto para este jueves a las 18:35.

“Es como lanzar una bola de nieve al fuego. Va a ser difícil que sobreviva”, dice Tim O’Brian, del Observatorio Jodrell Bank en Reino Unido.

“Pero si hay suerte, como es un objeto grande y se mueve rápido, no pasará mucho tiempo cerca del Sol. Hay mucha incertidumbre”.

Ison viene desde la nube de Oort, una misteriosa región helada en los confines del Sistema Solar, y viaja a más de un millón de kilómetros por hora. Ahora está a punto de entrar en la etapa más peligrosa de su travesía galáctica, rozando la superficie del Sol a una distancia de sólo 1,2 millones de kilómetros.

Si sobrevive, el 3 de diciembre el cometa Ison podría aparecer en el horizonte hacia el este.

Entonces, durante todo el mes de diciembre, millones de personas alrededor del hemisferio norte podrán ver cómo se extiende su cola, que tiene varios millones de kilómetros de longitud, a través del cielo justo antes del amanecer.

Pero antes, a la hora señalada, debe pasar por su prueba de fuego.

Ison puede enfrentar tres escenarios diferentes, de acuerdo a Matthew Knight, del Observatorio Lowell de Arizona, Estados Unidos, quien ha venido observando al cometa durante el último año:

Desintegración: podría acabar como el cometa Lovejoy, que rodeó al sol en 2011. La gravedad del astro atrajo un lado del núcleo del cometa más que otro, y lo dividió. Cuando Lovejor emergió de la corona solar, explotó. ¿Podría ocurrirle a Ison? Depende de su tamaño. Un núcleo de menos de 2 km corre un riesgo enorme. Los astrónomos estiman que el de Ison es de casi exactamente 2 km, así que está justo en el límite.

Pérdida de la cola, brillo y masa: podría comportarse como el cometa Encke, también conocido como Matusalén por su avanzada edad cometaria (105 años), que ha orbitado alrededor del Sol unas 70 veces desde que fuera observado por primera vez en el siglo XVIII. Este cometa ya no tiene cola, y ha perdido rápidamente su masa y se está apagando. Los científicos creen que para 2050-2060 dejará de ser cometa para convertirse en un simple asteroide. Aunque Ison se acercará al Sol sólo una vez, Knight cree que podría sufrir el mismo destino.

Supervivencia: hay un tercer escenario posible, el que mucha gente espera, y es que ocurra lo que mismo que con el cometa Ikeya Seki en 1965. Cuando éste atravesó la corona solar, el calor incendió los gases en su núcleo profundo y unos días después emergió de la capa externa del Sol con una inmensa cola detrás. Millones de personas observaron maravilladas el gran espectáculo.

 

Fuente: BBC Mundo