Tras sentir un poco de “picor e irritación”, PK Krishnamurthy, un indio de 75 años, acudió con los médicos, los cuales al revisar su ojo hallaron un gusano de 13 centímetros alojado en la órbita ocular.
Días antes, Krishnamurthy fue mal diagnosticado, ya que los médicos le recetaron un tratamiento contra la irritación, pero eso no logró quitar la dolencia.
El doctor Seetharaman, del Departamento de Cirugía Ocular del hospital de Fortis, señaló que Krishnamurthy tuvo mucha suerte de haber sido revisado a tiempo, de otra forma si el parásito “no hubiera sido extraído, podría haber entrado en el cerebro del paciente y causado graves problemas neurológicos”.
Aunque ya se han presentado casos como éste, en el que una larva entra en el flujo sanguíneo de una persona y ahí va creciendo, los médicos aún no se explican cómo fue que el gusano se alojó en el ojo de Krishnamurthy.
Fuente: Su Médico