Frieda Hull era una gran fanática de Marilyn Monroe y también amiga. Ella pertenecía a un grupo de admiradores de la actriz que la seguía a todas partes.
Cuando Frieda murió en 2014, dejó en su casa un tesoro de fotografías y recuerdos de la actriz, entre ellos, imágenes que ella tomó de Marilyn mientras estaba embarazada. Sin embargo, estas fotos se subastaron sin decir que la icónica rubia estaba embarazada en ese momento, así que las compraron en poco más de $2,000 dólares.
Tony Michaels, el amigo y vecino de Frieda quien compró las fotos, asegura que ella le contó la historia de esas fotos antes de morir. Marilyn escondió el embarazo por miedo a perder al bebé, el cual efectivamente perdió durante un aborto accidental durante una visita al doctor.
Ella también le contó que Marilyn estaba embarazada del actor francés Yves Montand, y no de su esposo en aquel momento, Arthur Miller.
En total, la subasta de Frieda Hull incluyó más de 550 fotos de la actriz; la cámara con la que tomó la mayoría se vendió en $3473 dólares. Algunos de sus autógrafos se vendieron en $14,000.
También tenía un mechón de pelo, que Frieda le pidió a su amiga permiso para tomarlo de su salón de belleza. Este se vendió en $76,000 dólares.