“La investigación ha avanzado. Hemos escuchado a distintas personas, testigos, también hemos hecho simulaciones y peritajes sobre el terreno. Hemos examinado su propia grabación, su material. Quedan acciones que realizar, pero ya hay avances e indicios de lo que pasó. Si es necesario, seremos capaces de saber a qué velocidad iba, pero era reducida y no es un aspecto importante para las decisiones que se tomen. Por otro lado, quiero dejar claro que no hemos recibido ningún vídeo de un esquiador, como se había dicho, y dudo que realmente exista”. Conciso, revelador e informativo.
Quincy explicó cómo fue el percance del heptacampeón alemán y descartó muchos de los rumores que han aparecido en los últimos días: “Schumacher bajaba por una pista roja y llegó a un cruce con una pista azul. Siguió por la roja, que estaba muy bien señalizada y delimitada por unas balizas que cumplían las reglas para que cada esquiador sepa dónde termina en realidad la cuesta, y se fue fuera de pista.
Las imágenes que grabó el casco del Kaiser sí están siendo de gran utilidad para esclarecer diferentes aspectos de lo sucedido, como confirmó Quincy: “El vídeo que grabó el propio piloto confirma los elementos que ya teníamos, y aprovecharemos este vídeo para seguir su itinerario y podremos establecer con mayor precisión los hechos, las circunstancias y las causas”.
Los responsables de la investigación, con Stephane Bozon como vocal, insistieron en que la velocidad no fue clave e incluso revelaron que saben que no era alta aunque no la tengan precisada: “Schumacher es un gran esquiador. Circulaba por el lado balizado de la pista, a una velocidad reducida por esta pendiente. No se puede estimar su velocidad en km/h. Era normal, en un terreno donde no se podía tomar muchas curvas y cuando entró a la zona de fuera de pista tampoco llevaba una gran velocidad”.
