Un trabajador del aeropuerto internacional de Seattle, Estado Unidos, robó un avión comercial y despegó sin autorización.
El acto paralizó las actividades del aeropuerto y puso en alerta a las autoridades, quienes se comunicaron con el mecánico de 29 años que había robado el avión.
El joven no quizo aterrizar en ninguna área cercana por miedo a causar algún desastre, aunque aseguró que sabia pilotear porque lo había hecho antes en los videojuego que jugaba.
Afortunadamente el avión no tenia pasajeros más que el “piloto” quien se estrelló al sur del estrecho de Puge, autoridades confirmaron que no era un acto terrorista sino un suicida.