Los niveles de radiación que permanecen en la planta nuclear japonesa serían capaces de ocasionar la muerte de una persona en menos de una hora.
Por primera vez, desde la explosión, un robot entró a las instalaciones de la central nuclear y no duró ni siquiera tres horas.
El robot logró ingresar al reactor número 1 de la planta y grabar imágenes inéditas de la destrucción ocasionada en 2011.
Un equipo de 40 expertos diseñaron el robot ex profeso para ingresar a Fukushima y se supone que podía resistir hasta 10 horas expuesto a la radiación que aún permanece en el lugar.
Sin embargo, el robot no logró la tercera parte del tiempo estimado y sólo logró recorrer 15 metros.
Esto demuestra el problema que significa la cantidad de radiación que permanece aún en las instalaciones de la planta.
El objetivo final de esta maquinaria es encontrar un sistema que permita desmantelar el reactor, algo que está claro que no se puede realizar por medios