Mucho se ha dicho de los beneficios que brindan los robots sexuales, pues dicen que ofrecen sexo seguro, te ayudan a conocer de una mejor manera el cuerpo humano etc.
Sin embargo, un grupo de científicos británicos cuestiona estas afirmaciones e incluso acusa a quienes los venden de usar estos puntos para promover sus productos a pesar de que no tienen un sustento, en otras palabras usan publicidad engañosa.
Las autoras de este estudio, Chantal Cox-George y Susan Bewley se dedicaron a realizar una búsqueda bastante extensa para recopilar información sobre los argumentos a favor y contra alrededor de estos productos, basándose los siguientes puntos:
Promueven sexo más seguro.
Tienen potencial terapéutico para individuos con disfusiones sexuales.
Son de gran ayuda para los pedófilos y delincuentes sexuales.
Sin embargo, tras una extensa investigación, los expertos determinaron que no existe ninguna evidencia que los sustente, incluso hay quienes piensan que su efecto puede ser todo lo contrario
SUS CONSECUENCIAS
Las personas que los usen pueden llegar a ser más antisociales.
Pueden provocar dependencia emocional, de hecho ya está comprobado con el caso de Phil, un hombre de 58 años que lleva su robot a todas partes.
Es falso que puedan ayudar a quienes tienen deseos que son ilegales, de hecho esta industria ha llegado a tal extremo que en Japón un hombre fabrica muñecas sexuales con aspecto de niños, lo que preocupa a varios expertos pues pueden estimular a los violadores.
OTROS DATOS
Se espera que durante los próximos 5 años el 40.3% de los hombres compren un robot sexual.
De acuerdo con una encuesta que se realizó a 1000 adultos, el 42% de las personas piensa que usar estos muñecos puede considerarse como adulterio.
Estos productos se venden principalmente en Estados Unidos y Japón.
¿Usarías uno?