por Rafael G. Vargas Pasaye.-
No es el dinero. Lo dejó claro desde el primer momento. Sin ser el mejor pagado de la liga de las estrellas de futbol, el jugador lusitano, Cristiano Ronaldo, saltó de nueva cuenta a la polémica por estar triste, se llegó a esa conclusión luego de que el astro del futbol evitó celebrar dos anotaciones en un juego de su equipo el Real Madrid contra un modesto Granada.
La circunstancia se presta para el comentario en cualquier espacio, laboral, académico, en el transporte público, en la chat con los amigos: ¿Por qué la actitud del futbolista profesional de tan sólo 27 años de edad, emblema de uno de los equipos más famosos del mundo y pieza clave con su selección Portugal?
Algunos comentarios que se han escuchado en esas conversaciones van en el sentido de que quizá está triste por ser demasiado guapo. Recordemos aquél episodio cuando al terminar un juego contra el Dinamo de Zagreb, el goleador declaró: “me silban porque soy guapo, rico y un gran futbolista, y me tienen envidia”. No todo en su frase es mentira, aunque el exceso de sinceridad caló en varios espacios, sobre todo el mediático.
Esa afirmación dejó sin fuerza (pues la opacó) su acusación contra el arbitraje del noruego Svein Oddvar Moen o contra las duras y excesivas entradas del croata Leko, quien ese día le provocó al madridista tres puntos de costura en su tobillo.
Tal vez Ronaldo esté triste por ganar demasiado dinero en un país sumido en la crisis. Pese a no ser el mejor pagado, a sus 10 millones de euros al año debemos sumar otras cantidades que generan su imagen, sus patrocinios (como Armani), sus participaciones en diversos foros, todos y cada uno de ellos, una máquina de hacer dinero.
Y si bien dijo que su tristeza es por razones profesionales y no personales, uno nunca sabe a ciencia cierta, la tristeza tal vez se deba a un problema de romances efímeros o esculpidos por la frivolidad de espectáculo. Se sabe de Irina Shayk, su actual novia. Pero se comenta igual de modelos españolas y brasileñas que de Paris Hilton, lo que lo hacen ajonjolí de los todos los tálamos sociales. Bajo ese supuesto resulta complicado o al menos dudoso que alguien le rompa el corazón.
O su tristeza se debe tal vez porque en los últimos años, las más recientes temporadas pese a mantener un alto nivel, ser certero, hacer ganar a sus marcas, simplemente en el terreno deportivo hay alguien que ha sobresalido más que él. Y ese otro personaje, disfruta lo que hace, ese otro, el verdadero protagonista es feliz metiendo goles, alegrando a la gente, haciendo ganar dinero a sus patrocinios y trofeos a su equipo. Su némesis se podría llamar Messi.
La tristeza puede ser debido a que Ronaldo simplemente ya se aburrió. Extraña a su familia, o alguna cuestión alejada del futbol. Quizá sólo sea una etapa de todo joven en la que sin saber exactamente la razón, se deprime un poco. A veces uno se aburre de ser el mejor y de que nadie se de cuenta de ello.
Lo bueno que Ronaldo está dando señales de su estado de salud, es un llamado para que reciba ayuda profesional, no todos los jóvenes mandan esa alerta, a final de cuentas, por excelente jugador de futbol que sea, no deja de ser humano fuera de las canchas.
Es un asunto que si bien se presta a la broma, pues más de uno piensa cómo se puede estar triste jugando en un equipo de talla mundial, rodeándote de mujeres hermosas, siendo influyente en la globalización, teniendo poder económico y siendo ejemplo para la niñez y a juventud, y tal vez, cuando se lleguen a las conclusiones profesionales nos llevemos sorpresas.
Porque ya sabíamos que los ricos también lloran, pero ahora además de eso, debemos comprender que los guapos, ricos y buenos jugadores de futbol, también.
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