En un programa de radio italiano, el sacerdote Giovanni Cavalcoli declaró que los recientes sismos en Italia son un “castigo divino” por las leyes que permiten las uniones civiles entre personas del mismo sexo.
Tras ser cuestionado sobre el último sismo que destrozó diferentes localidades causando 297 víctimas mortales, el sacerdote dijo que “las sacudidas sísmicas son un castigo divino por ‘la ofensa a la familia y a la dignidad del matrimonio, sobre todo por culpa de las uniones civiles”.
Ante esto, la emisora católica Radio María, en la cual el religioso tenía un programa mensual, indicó que el programa había sido suspendido y aseguró que los comentarios de Cavalcoli “no están en línea con el anuncio de la misericordia, que es la esencia del Cristianismo y de la acción pastoral del Papa Francisco”.
“La suspensión inmediata del programa mensual del cura por sus declaraciones, que no están en línea con el anuncio de la misericordia, ni la acción pastoral del Papa Francisco, es inevitable”, dijeron.
Asimismo, la emisora ofreció disculpas a aquellas personas que pudieron haberse sentido ofendidas con los comentarios “ofensivos para creyentes y no creyentes”, de Cavalcoli.
Por su parte, el Vaticano y el Papa Francisco no apoyaron las declaraciones del sacerdote. “Se trata de afirmaciones ofensivas para los creyentes y escandalosas para quien no cree”, consideró monseñor Angelo Becciu, sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
El Vaticano ofreció disculpas a las poblaciones afectadas gravemente por la cadena de sismos, que a partir del 24 de agosto, además de 298 muertes, causó daños en numerosas localidades, con decenas de miles de damnificados.