Una camioneta de transporte de valores se incendió, provocando alarma entre los cuerpos de seguridad y de emergencia de la delegación Cuajimalpa.
El primer reporte indicaba que el transporte de la empresa Grupo Mercurio S.A. de C.V. (Grumer) había sido objeto de un intento de asalto el viernes por la mañana, provocando el incendio en el vehículo. Patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal llegaron al lugar de los hechos ubicado en la avenida José María Castorena, colonia Jesús del Monte.
Los bomberos de la subestación Cuajimalpa también arribaron a bordo de un camión bomba y con una pipa para sofocar el incendio. Cuando la situación fue controlada, el chofer y los dos custodios que iban a bordo de la camioneta se encerraron en la bóveda de la misma. A pesar de que policías de Investigación les indicaron que tenían que bajar estos se negaron tajantemente y advirtieron que no descenderían de la unidad hasta que llegara el apoderado legal de la empresa.
El chofer Jorge Warner Hernández y los custodios David Morales López y Alberto Mora Mendoza gritaban que tenían indicaciones de que, en una situación de emergencia, se encerraran en el vehículo y no bajaran.
No fue sino hasta que directivos de Grumer arribaron al lugar que los elementos de la Policía Bancaria e Industrial salieron de la bóveda. Cuando lo hicieron las autoridades se percataron que la mayor parte de los 3 millones y medio de pesos que transportaban los tres trabajadores habían resultado dañados.
Billetes de distintas denominaciones presentaban quemaduras mientras que otros se convirtieron en cenizas. El chofer y los dos custodios declararon ante el Ministerio de la Coordinación Territorial 1 de Cuajimalpa que mientras circulaban un flamazo salió del motor de la camioneta.
Aseguraron que ellos orillaron el vehículo, sin embargo, éste ardió en cuestión de minutos sin que pudieran hacer nada para salvar el efectivo. El Fiscal en Cuajimalpa, José Gil, informó que el dinero era trasladado en bolsas de plástico para entregarlo en un banco. Todo el efectivo estaba en la parte trasera del vehículo.
El funcionario capitalino confirmó que no se trató de un robo como se había pensado en un principio. Sin embargo, la actitud sospechosa de los custodios de la PBI al no querer bajar del vehículo ha generado sospechas. Peritos en mecánica e incendios de la procuraduría capitalina ya investigan si el incidente pudo haber sido provocado por los propios guardias.
Los expertos tratarán de confirmar o descartar si el incendio se generó por un cortocircuito, como aseguran los elementos de la PBI. El chofer de la unidad fue más preciso y aseguró que el corto se generó en el motor.
Hasta el momento se desconoce la cantidad de dinero que se perdió en el incidente.
Fuente: Excélsior
