Thomas Fleetwood, dueño del Hotel Edén en Bad Gastein, Austria, cerró las puertas al público para realizar un recorrido por las instalaciones, hasta que en el quinto piso se quedó atrapado en el elevador.
Pero las cosas se complicaron más cuando descubrió que no llevaba su celular y no podía avisar a nadie de su situación.
Fleetwood, de 58 años, empezó por conseguir aire al romper un panel de cristal de la puerta del ascensor; ya que tratar de romper el techo de la cabina fue imposible.
“No me dejé vencer por el pánico y empecé a hablar conmigo mismo, haciendo planes para el futuro”, comentó Thomas.
Afortunadamente al cuarto día, un conocido de Fleetwood notó que en la entrada del hotel se había acumulado mucha correspondencia, por lo que entró con la llave de repuesto y encontró al “dueño” en el ascensor. Rapidamente fue rescatado.
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