Desde hace tiempo, han surgido tratamientos de belleza poco comunes y hoy te hablaremos de uno que es usado para rejuvenecer los pies.
Se trata de una pedicura en la que se usan unos pequeños peces (carpas sin dientes conocidas como Garra rufa), los cuales son herbívoros pero también pueden llegar a comer piel humana muerta, lo cual ayuda a tratar afecciones como la psoriasis.
Sin embargo, más que beneficioso, este tratamiento puede traer feas consecuencias, como le sucedió a una mujer de 20 años, cuya identidad no ha sido revelada, y a quien meses después de someterse a este proceso de embellecimiento perdió todas sus uñas y dejaron de crecer.
Tiempo después, acudió al dermatólogo quien descartó las causas conocidas de onicomatosis, nombre de la enfermedad que padecía, lo que inició con las sospechas de que todo comenzó con la pedicura de los peces:
“Si bien el mecanismo de acción no está del todo claro, es probable que el pez traumatice la matriz ungueal”, así lo declaró la profesora asistente de dermatología de la Universidad de Columbia.
Cabe destacar que este sería el primer caso registrado de onicomadesis causada por peces.
¿QUÉ SUCEDIÓ CON LA PACIENTE?
De acuerdo con la especialistas, es muy probable que las uñas de la mujer vuelvan a crecer, aunque pasará un largo tiempo para que suceda, ya que estas crecen un milímetro por mes, es decir que una ua completa tarda cerca de 18 meses en generarse.
DATO CURIOSO
En Estados Unidos la pedicura con peces está prohibida en al menos 10 estados, entre ellos Nueva York, ya que representa un gran foco de infecciones.