El secretario de la Comisión de Agricultura y Ganadería del Senado dijo que entre la comunidad científica hay opiniones divididas sobre si es conveniente o no producir en el país los OGM, por lo que “estamos en un proceso de cautela, mientras no tengamos los elementos suficientes que confirmen bien la inocuidad para el consumo humano e incluso animal”.
Explicó que hay investigadores con un punto de vista progresista que afirman que los productos transgénicos son inocuos, en especial los de consumo humano o animal, y por otro lado hay científicos más cautos que plantean esperar más tiempo y hacer más investigación antes de declarar que no son dañinos para el consumo humano o animal.
“De tal manera que en esta situación bivalente, en esta polémica, nos han metido a todos, a gobiernos, a representantes (sociales), a legisladores, que nos tiene detenidos en cuanto a la instrumentación, reglamentación o normatividad que pueda permitir el uso de productos genéticamente modificados”, mencionó el senador Salvador López Brito.
El senador priista Eviel Pérez Magaña, integrante de la Comisión de Desarrollo Rural, consideró que antes de pasar al uso de transgénicos, específicamente en el maíz, es necesario aprovechar las variedades originarias que hay en el país.
“Creo que México todavía no está preparado (para los transgénicos), tenemos que seguir explorando, tenemos variedades originarias que verdaderamente están dando éxito, y a lo mejor con programas especiales podemos cubrir las necesidades del país; creo que eso es lo que más necesitamos y las reformas que nos hagan producir con lo que tenemos, yo creo que esa puede ser una primera ruta que tenemos que explorar” explicó.
“Creo que tenemos que hacer primero que nada un intento por impulsar la productividad del campo y nuestras variedades originarias son una gran posibilidad para ello. El objetivo, debe ser lograr producción que permita la autonomía alimentaria y la suficiencia de abasto en los diferentes sistema-producto” finalizó.
