Sexo coreografiado y a dormir

Cuando ya experimentaste de todo con tu pareja, es natural que sus encuentros sexuales se resuman a las 3 posiciones que les gustan, que  no sean tantos encuentros al día y eventualmente, se vuelvan semanales. Obviamente sin dejar de ser placenteros.

Cuidado, está bueno conocerse y tener la confianza de dormir después del primer orgasmo, pero poco a poco esto aburre.
Cuando la relación está sana y llegan a esa zona de confort, es tiempo de salir de la rutina y hacer lo primero que se te venga a la mente. Ya sea esperarlo a cenar en calzones, llevarte el helado a la recámara o, en vez de quedarte en el cuarto, pedirle que te acompañe a la sala. Son detalles insignificantes como estos, los que detonan en el otro las ganas de sexo que, si no tienes cuidado, se mueren.
Pasar todo el día planeando qué harás cuando llegue es un boost para la líbido y, si te sigue el juego, se van a sentir de nuevo como cuando empezaron a ser novios. Unas semanas de esto al año (o cada que lo necesiten) pueden mejorar la expectativa de vida de tu relación, o por lo menos hacerla muy llevadera mientras dure.
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