Los padres de Florence Cassez, Charlotte y Bernard, afirmaron en una entrevista (publicada por el periódico El Universal), que su hija no durará mucho tiempo si permanece encarcelada en una prisión mexicana – en la que actualmente purga una condena de 60 años.
“Es su pena de muerte (…) Por eso estamos obligados a intentar traerla con nosotros”, dijo Charlotte.
Los padres de Florence han recibido el apoyo del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, para presionar al gobierno mexicano para que su hija sea trasladada a Francia y pueda cumplir ahí su condena.
Sarkozy está apelando al Convenio sobre Traslado de Personas Condenadas adoptado en Estrasburgo, que es de carácter voluntario.
Bernard Cassez asegura que el proceso judicial de su hija estuvo lleno de irregularidades, que se ha comprobado que los testigos que declararon en su contra fueron torturados, y que los jueces “no estudiaron bien el caso”. Pero asegura que no ponen en duda la justicia mexicana.
“Sólo le pedimos (al presidente mexicano, Felipe Calderón) que respete los acuerdos de Estrasburgo, que sean justos con Florence”, indicó. “Lo que pedimos es algo completamente humano”.
Agencia EFE
