Según Charles Bolden, administrador jefe de la NASA, el impacto de una roca espacial de un kilómetro “podría acabar con la civilización”.
En su comparecencia en la Comisión de Ciencias en el Congreso de Estados Unidos, Bolden dice que sólo cabe rezar si un asteroide se dirigiera a Nueva York.
El científico dice que lo sucedido el 15 de febrero en Chelyabinsk, Rusia, sirve como prueba de que “vivimos en un sistema solar activo”. En esa fecha un asteroide de unos 17 metros de diámetro explotó y generó ondas de choque que rompieron ventanas, dañaron edificios y perjudicaron a más de 1,500 personas.
La NASA ha encontrado y sigue de cerca un 95 por ciento de los objetos más grandes que vuelan cerca de la Tierra, los que tienen 1 kilómetro o más de diámetro, y por su tamaño podrían “acabar con la civilización”, advirtió John Holdren, asesor científico de la Casa Blanca, a los legisladores en la misma audiencia.
De estos asteroides sólo se conoce aproximadamente el 10 por ciento de una estimación de 10.000 potencialmente destructores para las ciudades, aquellos con un diámetro de 50 metros, añadió Holdren.
Fuente: Caracol.com.co
