La reunión del Grupo de Acción para Siria en Ginebra, desembocó ayer en un acuerdo sobre los principios para una transición en ese país, pero deja abierto el tema de si el presidente Bashar al Assad podrá participar de un Gobierno de transición.
El comunicado final aprobado en la reunión convocada por el enviado especial de la ONU, Kofi Annan, aboga por un Gobierno de transición con presencia del régimen actual y de la oposición, con “consentimiento mutuo”.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) no aceptó los reclamos para que Al Assad sea excluido del Ejecutivo de transición, con la esperanza de que esa concesión impulse a Rusia a presionar más a su antiguo aliado para que ponga fin a la violenta represión que, según la oposición, ha cobrado más de 15 mil vidas.
Moscú se había negado a respaldar una cláusula que exigiera la exclusión de Assad, al insistir que extranjeros no pueden imponer una solución política a Siria. La oposición ha dejado en claro que no participará en un gobierno en el que Al Assad mantenga algún poder.
Aunque el acuerdo prevé, entre otras cosas, que el Gobierno de transición pueda incluir a miembros del actual Gobierno sirio, Annan, dijo que dudaba que los sirios escogiesen para dirigirlos a responsables “que tienen sangre en las manos”.
Para la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, el acuerdo alcanzado en Ginebra por el Grupo de Acción para Siria es un mensaje claro al presidente sirio, Bashar al Assad, de que no va a seguir en el poder. “(Assad) tiene que escuchar algo y claro que sus días están contados”.
Clinton consideró esta cesión como un mensaje “claro” a Rusia, y también a China, de que ahora “les incumbe a ellos mostrarle a Al Asad lo que hemos dejado escrito”, y defendió el acuerdo como un éxito para la comunidad internacional y un fracaso para Damasco.
Fuente: El Informador
