Sin Equidad ¿dónde queda la congruencia?

Luego de avalar la Reforma político-electoral que aprobaron los diputados locales la semana pasada, el gobernador José Calzada dijo que estas modificaciones constitucionales permitirán mejores condiciones para llegar a una contienda en términos de equidad y una mayor participación ciudadana:

“Espero que esta semana, que es el plazo máximo para acordar, negociar y finalmente publicar hasta el día 30, se lleguen a buenos términos, que haya las mejores condiciones, las óptimas condiciones para llegar a una contienda en términos de equidad”.

Asimismo, aplaudió que la reforma político electoral haya sido aprobada por unanimidad por parte de los diputados de las seis fuerzas políticas representadas, con quienes reiteró, tendrá reuniones a lo largo de esta semana.

Insistió que las modificaciones a la Constitución local ofrecerán mayor equidad y un respeto a las decisiones que tomen los ciudadanos el día de las elecciones el próximo 7 de junio del 2015.

Hay quien dice que el principal problema económico de México, es su sistema político porque ha impedido tomar las decisiones y emprender las reformas que el país requiere, sin embargo, el verdadero problema del país, reside en la fuerza, orientación y concentración del poder, a pesar de la democracia, es tanta la concentración y tan grande la capacidad del gobernante de modificar la correlación de fuerzas políticas que su propensión natural conduce a ignorar, o en el mejor de los casos olvidar, las razones básicas por las que fue elegido.

Así como la “Institucionalización” no ocurre porque se decrete en la Constitución sino cuando el propio gobernante acepta que el futuro requiere acotar su propio poder para someterlo a procesos que no dependen de una persona, y respetar las Instituciones, en el caso de la “Equidad” sucede lo mismo, no ocurre porque lo declare el Gobernador y salga a ocho columnas en los diarios del Estado, se da por el accionar diario, por el respeto a los procesos internos de propios y extraños, el cuidado de no favorecer a ninguno de los actores y la no injerencia del proceso electoral mismo, cuando eso sucede, el Estado puede pasar a otro nivel de civilización, de cultura política, de respeto electoral y de congruencia.

El gran reto de Querétaro y de México no reside en la definición de procedimientos, en la simple creación de nuevas instituciones locales ni en la armonización de las reformas estructurales, sino en la decisión del gobernante de compactar su propio poder en aras de darle permanencia a su proyecto y, como resultado, sentar las bases para el desarrollo sostenido con miras a un bien superior, el beneficio de todos.

Hace unos días decía en una entrevista Aurelio Nuño, Jefe de la Oficina de la Presidencia: La gobernabilidad es la suma de un conjunto de reglas constitucionales y legales que te ayudan a generar acuerdos, pero requiere también, sin lugar a dudas, de la voluntad y de la capacidad política de los
actores que están en ese momento gobernando y de quienes están en la oposición.

Bajo ese acertado concepto, yo les pregunto: ¿Cómo se puede tener gobernabilidad, en este último año de ejercicio, si es completamente incongruente que las fechas de precampañas y registro de candidatos que, al parecer, se remitirán al 2015 para que ninguno de los actuales legisladores y alcaldes dejen sus cargos?

Sean del partido que sean, no importa el color, definitivamente no es suficiente que a partir del 1 de octubre se limite la promoción de funcionarios y programas oficiales, ni que especialmente los medios de
comunicación estén sometidos a una intensa supervisión, porque el ejercicio mismo del poder es mediático y suficiente para no ser equitativo, eso es contundente y definitivo.

Una parte de la legislación electoral local aún está en el horno, las reglas deberán ser claras y pragmáticas, pero sobre todo tienen que ser congruentes y equitativas, pues me queda claro, que si eso se lo dejamos a la conciencia de los que hoy ostentan un cargo público y tienen planes para el 2015, todo el piso sería “chipotudo” y eso, forzosamente debería de ser, desde los procesos internos.

Lic. Rafael Zaga @razagave