Es increíble lo que el amor de una madre por sus hijos puede hacer y sin importar la especie de la que se trate. Esta perrita de raza galgo tenía una pata rota, sin embargo eso no le impidió recorrer cerca de dos millas en busca de ayuda para sus cachorros recién nacidos.
La psicóloga Lianne Powell fue quien la encontró vagando por las calles y la llevó al veterinario, en donde se percataron que no sólo tenía una pata rota, también tenía leche en sus mamas, sinónimo de que tenía cachorros. Los doctores decidieron ponerle un yeso en la fractura y un collar para que los guiara a los perritos.
“Cojeando y a veces arrastrando el yeso, nos guió por las callejuelas y las carreteras principales, después por los campos y por las vías fangosas… ahí, en la parte de atrás, era donde se encontraban 10 hermosos cachorros, gordos y saludables”, dijo Powell.
Tanto la psicóloga como los veterinarios no podía creer cómo la perrita confió plenamente en ellos para encontrar y ayudar a los cachorros.
Tanto Vera, la perrita como sus críos se encuentran en recuperación en la clínica Ellen y posteriormente, con ayuda de la fundación Ibizan Hound Rescue, serán dados en adopción.